Diversas encuestas nacionales sugieren que más del 60% de la población adulta tiene al menos un factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares (obesidad o sobrepeso, hipertensión, tabaquismo, diabetes, dislipidemias). Por otro lado, datos de la Organización Panamericana de la Salud han relacionado el proceso de aterosclerosis como la primer causa de muerte prematura, reduciendo la expectativa de vida de manera sensible, lo que tiene una enorme repercusión social.
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) relacionadas con el proceso de aterosclerosis (ECVA) comprenden la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardiaca, la enfermedad vascular cerebral y la insuficiencia arterial periférica. Estos padecimientos constituyen la principal causa de morbimortalidad en todo el mundo, y junto con la diabetes tipo 2 (DT2), la principal causa de muerte prematura, de manera particular en el hombre; y una de las principales causas de discapacidad.
El Estudio para medir el Impacto Global de la Enfermedad (Global Burden of Disease Study) fue una iniciativa patrocinada por el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1991.
Los resultados hasta 20152 hacen evidente que la disminución dramática en la mortalidad secundaria a ECVA que se ha visto en los últimos 25 años en países desarrollados no se ha observado en muchas regiones del mundo, sobre todo en países de ingreso medio, a pesar de los avances tecnológicos en el diagnóstico y tratamiento de estos padecimientos.